De hace unos años para acá cualquier persona, con dos dedos de frente, ha podido observar cómo el mundo se ha polarizado a marchas forzadas. Lejos parecen quedar esos tiempos, en los que las diferencias entre los partidos políticos eran tan mínimas y continuistas que la máxima “PSOE y PP la misma mierda es” tenía todo el sentido del mundo. Los gobiernos monocolor, de ambos partidos hinchaban sin tapujos la burbuja especulativa y mientras, el Capitalismo triunfante sacaba músculo, sobre el cadáver aún caliente del Imperio Soviético y se dedicaba a desmontar el estado del bienestar a la chita callando, la clase obrera soporizada por unos medios de comunicación que les hacían creerse burgueses y asumir que sus intereses eran los mismos que los de la clase dominante.
Como era de esperar, la propia dinámica autodestructiva del Capitalismo especulativo provocó y alimentó la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008 y cuyos coletazos seguimos sufriendo hoy en día. Cuando esto sucede, es obvio que mucha gente despertó y vio claramente las mentiras del Capitalismo y buscaron distintos modos de enfrentar y luchar contra una realidad que muchos descubrieron de golpe y otros conocíamos de sobra, el 15M, la PAH, los movimientos de barrio e incluso el primer Podemos, sirvieron para vehicular y estructurar la lucha obrera. ¿Por qué no los Sindicatos? Esta pregunta tiene una respuesta obvia; el Sindicalismo amarillo, de CCOO y UGT, ha creado la sensación (potenciada por los medios de comunicación en manos de la Patronal) de la futilidad de la lucha sindical y los “peligros” de organizarse.
Es curioso cómo las élites sacaron pronto a sus lacayos y pronto se les cayó el disfraz y brotó la ultraderecha, como si fuera algo nuevo, cuando son los mismos perros de siempre pero con distinto collar y los medios empezaron con la matraca de la polarización, intentando centrar la atención siempre en lo accesorio y agitando el nacionalismo, sacando a los enemigos atávicos del conservadurismo y la moral (los homosexuales, el feminismo, los ecologistas y demás gentes de malvivir). Todo ello para demostrar que supuestamente ellos son los equidistantes, el centro, que no es de derechas ni de izquierdas, que ellos y sus patronos son la solución contra esa ola de progresismo absurdo, que va a romper España y acabar con todo lo bueno en este mundo y sacan a los grandes gurús de la Izquierda (que nunca lo fue); «Felipito Tacatún y Alfonso Batallas», a que nos aleccionen a los perdidos y volvamos al redil de lo que es correcto y apropiado para no perturbar su amada Paz Social y Concertación Sindical, que tanto dinero y esfuerzo les costó negociar con el Franquismo en los pactos de la Moncloa, para que nada cambiará y todo siguiera atado y bien atado.
¡ANDA Y VÁYANSE A LA MIERDA! Ni los queremos a ellos ni a sus amos, ni a su Sálvame de Luxe ni a su Hormiguero, ni VOX ni PODEMOS , ni PSOE ni PP. Todos son caras de una misma moneda, que pretenden fijar y vendernos que solo hay dos alternativas, para que sigamos cualquiera de los caminos que ellos marcan. No queremos sus veredas marcadas, que al final conducen todas a lo mismo. Seguimos marcando nuestro propio camino, seamos más o menos, sin liberados, sin subvenciones, creando espacios de lucha y organización obrera. Abriendo nuevas rutas con las mismas y fiables herramientas de siempre (Apoyo mutuo, Solidaridad y Autogestión). Somos la CNT y nuestro único interés es el tuyo, el de la clase trabajadora.