¿Necesitamos un comité de empresa o mejor dicho un comité de la empresa?
Los miembros de los comités de empresa se convierten en representantes de los trabajadores y trabajadoras, con amplios privilegios en lo personal, en lo laboral y en lo social. Y todo ello amparado y diseñado por los distintos gobiernos, a través de leyes y decretos. Como por ejemplo el Estatuto de los Trabajadores, la Ley Orgánica de Libertad Sindical y un largo etc.
Los comités de empresa acumulan el poder de negociar y pactar acuerdos que afectan a los trabajadores, sin tener que dar explicaciones y sin tener que ser ratificados por las asambleas. Los trabajadores y trabajadoras pasan a ser meros espectadores. Son los miembros del comité los que piensan, negocian y pactan lo que más les conviene, da igual si estamos o no de acuerdo. Esta élite de iluminados e iluminadas de la noche a la mañana dejan de ser compañeros y compañeras. Porque ahora lo que toca es entender y compartir las preocupaciones del empresario o la empresaria y la viabilidad de la empresa, como es natural, a costa de nuestros salarios y derechos sociales.
Esta es la realidad, no nos engañemos. Lamentablemente y desde hace muchos años, los comités de la empresa se han convertido en la mejor herramienta de la patronal contra la lucha de los trabajadores y las trabajadoras en defensa de sus derechos.
¿Es lo que queremos?
Por que esto es lo que decidimos cuando votamos a representantes de los comités de la empresa. La otra opción es la organización a través de las secciones sindicales en la empresa, auténtica organización obrera, democrática, sin liberados, sin subvenciones y sin privilegios.