Mil firmas de vecinas del Polígono Sur piden resolver el conflicto en Flora Tristán

Las vecinas de Polígono Sur, a través del Komando-G (Red feminista de Polígono Sur), solicitan al Rector de la UPO una reunión tras la recogida de casi mil firmas, preocupadas por la deriva del proyecto social, y la situación de las trabajadoras tras año y medio de conflicto laboral. 

La red feminista Komando-G de Polígono Sur se dirige al Rector después de lanzar una campaña de recogida de firmas por la ciudad de Sevilla, y específicamente en el barrio sevillano conocido como las “3000 viviendas”, en la que han conseguido cerca de mil firmas.

Y es que, desde hace un tiempo están preocupadas por la deriva que ha tomado el proyecto social de la Residencia Universitaria Flora Tristán, que aterrizó en 2004 con la compra de un edificio de 7 bloques de viviendas en Polígono Sur por parte de la UPO para participar, acompañar y ayudar a transformar el contexto a través de su red de residentes colaboradores en las propias iniciativas de la zona. Este proyecto ha sido durante mucho tiempo un emblema de trabajo comunitario y compromiso feminista en el barrio.

El impacto de este deterioro se ha sentido, como suele ocurrir, más especialmente en las mujeres.  Por un lado, las trabajadoras, destacadas por su trabajo e implicación en torno a la igualdad de género se han visto envueltas en un conflicto laboral con la Fundación Universidad Pablo de Olavide, dependiente del Rector, actualmente aisladas y relegadas a las labores exclusivamente administrativas y de recepción, pese a la trayectoria y el compromiso ejercido.

Y, por otro lado, las mujeres del barrio, doblemente discriminadas, no sólo por vivir en un barrio de estas características, sino porque eran en su mayoría beneficiarias en los espacios asociativos y comunitarios, y con las que el proyecto trabajaba en perspectiva de género.

El Komando-G ha solicitado esta reunión con el objetivo de plantear su preocupación, en unos momentos además en los que el Polígono Sur necesita todo el trabajo y enfoque comunitario en el mismo. De hecho, este siete de febrero desde la Plataforma Nosotros también Somos Sevilla y la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados han denunciado “la grave situación de aislamiento que está sufriendo el Polígono Sur debido a la modificación de recorrido de las líneas de Tussam y el abandono institucional”.

Las trabajadoras llevan año y medio intentando que alguien con capacidad de decisión las escuche. El Rector, como máximo representante de la Universidad, les ha negado hasta ahora este encuentro, así como su director académico actual. Y es que, Raúl Álvarez Pérez, Director General de Políticas Sociales y profesor en el Departamento de Trabajo Social de la Universidad Pablo de Olavide, incorporado hace menos de un año, también se ha negado a sentarse ni una sola vez con las trabajadoras porque “no figura tarea alguna relacionada con personal técnico de la fundación con funciones estrictamente ligadas a las tareas administrativas de gestión del complejo universitario”.

La red feminista solicita al presidente de la Fundación UPO “que rectifique y devuelva a las trabajadoras a sus puestos y a sus funciones, y que contribuya a que la Flora Tristán vuelva a ser el espacio de referencia y apoyo para todo el tejido asociativo del barrio, y en especial a las mujeres de Polígono Sur”.