¿Os acordáis cuando en 2020 el Gobierno formó una polvareda al acordar con los socialdemócratas de la Patria Vasca, o sea con BILDU, derogar íntegramente la Reforma Laboral de 2012? Ya. No os acordáis. Y es que han pasado 18 meses y todo se olvida.
Ya me hacía gracia cuando la izquierda afirmaba que iban a derogar la Reforma Laboral de 2012 para volver a tener los derechos de entonces…, olvidándose que en 2010 y en 2006 se hicieron otras dos por Zapatero, y hasta 1977 que se firmó el primer Pacto Social, me perdonáis que no os lo detalle porque yo ya he perdido la cuenta de la cantidad de reformas laborales que se han hecho. Pero os hago un rápido resumen:
Todos los pactos, acuerdos, reformas, llevados a cabo desde 1977 en materia de legislación laboral, cumplen esta gran consigna: subvencionar a los empresarios y facilitar el despido para crear empleo. Por supuesto, se trata de una receta pésima, porque a la vista está que España es el país con mayor precariedad, desempleo y empleo sumergido de Europa. Es un hecho: gobierne quien gobierne cada nueva generación en España, entra en un mercado laboral más precario que la anterior. ¿O no?
Así que hemos pasado del «Derogar la Reforma Laboral», a «negociar una nueva Reforma Laboral» con los empresarios y los sindicatos representativos vía elecciones sindicales. Y si nuevamente sigue la moda de subvencionar a los empresarios para que despidan barato, seguiremos yendo de cráneo. En este sentido la ministra ya ha afirmado que no va a tocar el tema de la indemnización por despido.
Añado, además, que la Reforma Laboral ha sido derogada YA en montones de empresas, en las que los sindicatos, burocracias excluidas, han firmado convenios y acuerdos que tumban dicho bodrio. Y no han tenido que reunirse políticos para hacerlo. Lo han hecho plácidamente los trabajadores y trabajadoras, organizándose en sindicatos, plantando la batalla a sus patrones, sentándolos en una mesa y forzándoles a firmar medidas que les benefician y que excluyen el articulado de la Deforma de 2012.
¿Y qué demuestra esto? Que sobran pactos políticos. Y que los políticos son unos inútiles. Que es necesaria la organización sindical alternativa, real y práctica al sindicalismo de Comités de Empresa. Que hay que dar prioridad por parte de los activistas a la Directa, empresa por empresa, convenio a convenio, huelga a huelga. Que esa es la única manera de acabar con la brecha salarial, con los sueldos a la baja, con la precariedad, con los accidentes laborales, con los recortes y despidos masivos. Que hay que controlar los contratos, a quién se contrata, el cómo y el cuánto. Que hay que saber cuánto dinero entra en la empresa, cuánto sale y a qué se dedica.
Sin una plantilla unida bajo el paraguas de la organización, del sindicato, no hay legislaciones laborales socialistas que valgan. Porque la patronal, rica, fuerte, egoísta, avariciosa, despiadada, seguirá comiendo terreno como ha hecho hasta ahora, y no consentirá perder, ni siquiera en el terreno de lo simbólico.
Gobierne quien gobierne la prioridad no puede cambiar: la defensa de nuestros derechos es nuestra responsabilidad, es tu responsabilidad. No es la de políticos que están pendientes en el día a día del mantenimiento del Poder o de su conquista. Porque cualquier político ante ese objetivo, sacrifica todo. Y tú, estás en ese todo. A los hechos remito.
FDO: Acratosaurio Rex