Nos cuentan que el desempleo ha descendido. Mientras más de 200.000 personas permanecen desempleadas en la provincia y 800.000 en toda Andalucía.
La realidad que esconden estos números no es otra que el empobrecimiento de la clase trabajadora. La que curra y no llega a fin de mes. Precarios y precarias que trabajan en condiciones de esclavitud, en sectores con beneficios indecentes, año tras año. Como la hostelería, el turismo, los medios de comunicación…
En este 1º de mayo de 2018, queremos reivindicar a esa clase obrera que se parte la cara por seguir defendiendo día a día los derechos laborales y sociales de lxs trabajadorxs. Ya que el capitalismo humilla al ser humano en todas sus formas.
Mal año para los compañeros de LIPASAM que llevan todo este tiempo luchando para que se les reintegre en la plantilla de donde nunca deberían haber salido. Mal año para lxs trabajadorxs temporales de todas las bolsas de empleo, de empresas públicas y privadas, porque saben que están condenados a la temporalidad eterna, en el mejor de los casos. Para lxs trabajadorxs de Elimco, Qualytel y Tria, Unipost, Rio Glass, y todxs lxs afectadxs por expedientes de regulación de empleo, y para lxs trabajadorxs de Aerotenic Metallic y Arjona Porcel. Mal año para lxs interinxs, para lxs pensionistxs.
Mal año para los 6 de la Macarena. Personas de clase obrera que se han quedado sin vivienda y se les criminaliza por defender el derecho a techo habiendo permanecido 56 en prisión preventiva. Para nuestras compañeras feministas del Coño Insumiso, que tienen que verse sometidas a un juicio inquisitorial, en pleno siglo XXI, por defender los derechos sexuales y reproductivos. Mal año para las jornaleras de Agrícola Espino y Baena Franco, encausadas por lo penal porque los empresarios para los que trabajaban no las tenían dadas de alta y para todxs lxs jornalerxs que siguen luchando por la Reforma Agraria y la eliminación del requisito de las peonadas para poder acceder al PER.
Mal año para la clase obrera racializada que sufre una múltiple discriminación por el hecho de vivir y compartir, desde sus propias identidades genuinas, el proceso de españolización que sufrimos. Mal año para las trabajadoras del sexo, que siguen reclamando un convenio laboral propio y las garantías de sus derechos sociales contra el proxenetismo y la trata.
Mal año, gracias a los acuerdos soportados por el sindicalismo de concertación, de este sistema corrupto, que siguen firmando ERE´s, ERTE´s y Convenios a la baja, garantizan subvenciones a empresas que después se dan a la fuga. A estos les tenemos que decir; ¡Por favor: entreguen los bolis y dejen de seguir firmando Reformas laborales abusivas, pensionazos, y paros de 2 horas ante los feminicidios! ¡Basta YA!
Ante esto, se hace más necesaria que nunca la defensa coordinada en plataformas como La Lucha está en la Calle, que en Sevilla aglutina a los sindicatos CGT, CNT, SAT y USTEA. Este 2018 seguimos reafirmando nuestro compromiso con la unidad de acción sindical en los tajos, los barrios y en las calles, que es donde se conquistan los derechos. Como así pasó en el Chicago de 1886.
Un año más, seguimos reclamando justicia social y laboral.