Un ciclo electoral a punto de acabar…
Dos años y medio después del inicio del ciclo electoral nuestras vidas no sólo no han cambiado sino que estamos a punto de volver a sufrir un nuevo gobierno del Partido Popular. Esta vez Mariano Rajoy no gobernará con mayoría absoluta, pero la conseguirá cuando legisle a favor de los de siempre, de los de arriba, de los que acumulan las riquezas, de los de la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
Dos años y medio después, volvemos al mismo punto de partida. Las elecciones y las instituciones, por sí solas, no nos permiten cambiar nuestras vidas ni responder a las legítimas aspiraciones de las clases populares de pan, trabajo y techo.
Frente a los ya anunciados recortes exigidos por la Comisión Europea que aplicará el futuro gobierno del PP, la calle y la movilización sigue siendo el único camino viable para contrarrestar las políticas antisociales. Dos años y medio después, sigue siendo necesario movilizarse contra el paro (millón de andaluzas y andaluces) , los recortes a nuestros servicios públicos vengan del gobierno central o del andaluz, los
desahucios, la precariedad, la represión, por el impago de la deuda, en defensa de nuestras pensiones, por los derechos de las mujeres, de los inmigrantes o el derecho de los pueblos a poder decidir su futuro. Un inicio de curso diferente…
El inicio de curso en Andalucía está siendo marcado por numerosas movilizaciones sectoriales pero, sin embargo, aisladas. A la huelga estudiantil y docente en educación del 26 de octubre apoyada por las AMPAs y a la lucha de l@s mil maestr@s de primarias que se han quedado este año sin trabajo hay que sumarle las movilizaciones en sanidad, con una manifestación de más de 50.000 personas en Granada el pasado 16 de octubre contra la fusión hospitalaria, la lucha contra el CETA y el TTIP del pasado 15 de octubre, la lucha por salvar Doñana el próximo 26 de noviembre o las huelgas y luchas en sectores como el telemarketing, correos, el 061/112/Salud Responde, las bodegas del Marco de Jerez, de Blanco, de Unispost, del servicio de bomberos del Aeropuerto de San Pablo, de la limpieza de hospitales y centros
educativos, de Galvatec…
Por primera vez en muchos meses vuelven a coincidir en el tiempo diferentes luchas y movilizaciones. Sin embargo persiste el mismo problema de los últimos tiempos: el aislamiento. Se trata por tanto de romper con él e intentar dar una perspectiva de lucha común a todos esos conflictos con el fin de hacerlos converger. La unidad de las luchas no puede quedarse en un simple eslogan, debe ser una realidad. Las Marchas de la Dignidad tienen esa responsabilidad: Ayudar y facilitar la convergencia de todos los que se enfrentan a los despidos, a los recortes o a las bajadas de salarios para, respetando y visibilizando la problemática particular de cada uno, poder organizar una respuesta común saliendo a la calle un mismo día en un mismo sitio a una misma hora.
El 19 de noviembre volvemos a las calles. ¡¡Tod@s a Sevilla!!
El próximo 19 de noviembre las Marchas de la Dignidad vuelven a las calles para seguir exigiendo pan, trabajo y techo. Dicha fecha debe permitir dar una perspectiva de convergencia a todas esas luchas sectoriales. Hacemos un llamamiento a todas ellas para que hagamos un demostración de unidad a los que nos recortan día tras día.
Mientras que las empresas del IBEX 35 siguen repartiendo beneficios, el paro sigue aumentando y los salarios no paran de caer, no queda otra salida que salir a la calle para reivindicar otro tipo de sociedad donde la prioridad no sea la de salvar a los bancos sino a l@s trabajador@s, a l@s jóvenes, a nuestros mayores… Para forjar una sociedad en la que la economía se ponga al servicio de las personas que hacemos andar dicha sociedad.
Por todo ello defendemos:
No al pago de la deuda. No debemos no pagamos.
Trabajo digno y estable. No a la precariedad laboral. Aumento de los salarios al mismo nivel del coste de la vida. Por una Renta Básica Universal.
Derogación de todas las reformas laborales que instalan y masifican la precariedad.
Prohibición de los despidos. Que paguen las consecuencias de la crisis aquellos que la han provocado.
Igualdad de derechos para todos. Vengan de donde vengan. Ningún ser humano es ilegal.
Defensa de los servicios públicos (Sanidad, Educación, Servicios Sociales o Pensiones). Contra las privatizaciones y por un proceso de renacionalización de los sectores estratégicos de la economía bajo control de los y las trabajadoras y de los usuarios.
Revalorización de las pensiones. Edad de jubilación a los 60 años. No al pensionazo. Trabajar menos para trabajar tod@s.
Por la derogación de la LOMCE y del decreto 3+2, por la eliminación de las tasas universitarias y reducciones en los precios del transporte público para la población parada y estudiantes. Por un futuro digno para la juventud. No al exilio de la emigración forzosa.
Paralización inmediata de todos los desahucios. Garantizar el derecho a la vivienda y los servicios básicos de luz, agua y gas. Parque de viviendas públicas. Expropiación de las viviendas vacías de las entidades financieras.
¡Reforma agraria ya!
Contra la violencia machista. ¡Ni un feminicidio más! ¡Basta de violencias machistas y de inacción por parte de la justicia y de los gobiernos!
Preservar la naturaleza de la especulación y la depredación capitalista.
Salida de la OTAN y desmantelamiento de las Bases, Ni un euro para la guerra. Por la paz entre los pueblos. No a los tratados comerciales neoliberales CETA, TISA y TTIP.
Gestión democrática directa y elección y revocación de representantes para administrar todo lo que concierne a la colectividad.
Derecho a decidir el modelo de estado, modelo territorial, económico, social…
Contra la represión. Derogación de las leyes represivas y absolución y libertad de los represaliados por motivos políticos, por la Amnistía Social.
Es el momento perfecto para generar unión, para cargarnos de razones que conviertan a las personas en compañeras y compañeros de lucha. De nuestro trabajo generoso, humilde y desinteresado, depende en buena parte del éxito de este resurgir popular.
¡Es tiempo de lucha!