CNT de Sevilla con los Centros Especiales de Empleo. Susanita tiene un marrón: los trabajadores de los C.E.E. quieren comer chocolate y turrón.
Al mediodía de este lunes 16/11/2015, militantes de la anarcosindical participaron en la concentración convocada por las asociaciones de los centros especiales de empleo de Andalucía. El acto suponía la culminación de una marcha de protesta, que partió de Antequera, contra los impagos de la Junta. Más de 11.000 puestos de trabajo para personas discapacitadas están en peligro. La Administración andaluza se comprometió a respaldar estos puestos con 29 millones de euros, una cantidad ridícula comparada con los “desvíos” del caso de corrupción de los ERE. Pero es que resulta que, no sólo deben gran parte de lo correspondiente a 2.015, sino también 2.014. La CNT de Sevilla apoyará completamente a sus afiliados en este conflicto, dejando claro que la posición del sindicato es del lado de los trabajadores y a favor de sus derechos.
Los centros especiales de empleo nacieron impulsados por leyes del Estado español con el objetivo expreso de dar trabajo a personas discapacitadas y ayudarlas en su integración; son empresas que concurren en el mercado ofreciendo bienes y servicios con valor social efectivo. Estas empresas viven, en gran parte, de las subvenciones que reciben de las Comunidades Autónomas. Si, por ejemplo, una empresa normal, digamos, da trabajo a un discapacitado, recibe una ayuda única de 3.000€. En cambio, a un centro especial de empleo la Administración paga 12.000€ por puesto creado, más la mitad del S.M.I. al mes (322.65€). Para ello debe tal empresa tener al menos un 70% de la plantilla discapacitada. Sobra explicar que estas empresas no hacen precisamente trabajos “especiales”, sino labores muy necesarias y demandadas como telemarketing, limpieza, montajes industriales, manipulados, tratamiento de datos, imprenta, jardinería, servicios de logística, correduría de seguros, etc. Muchas de estas empresas son grandes compañías de subcontratación con implantación en muchas comunidades o internacionales, que pueden hacer mejor frente a los incumplimientos económicos de la Administración; pero también hay empresas que, aun siendo punteras en se actividad, dependen de la administración andaluza en mayor grado.
La Confederación Nacional del Trabajo apoyará a los trabajadores discapacitados en pos de mantener sus puestos de trabajo y de que se respeten sus actuales y muy mejorables derechos.
Pero no hay que olvidar que lo justo sería que los trabajadores discapacitados no tuvieran que sacrificar tantas horas de su vida para poder realizarse como seres sociales. Cobrar más y trabajar menos es lo mínimo que podemos exigir. Y es que es ridículo bautizar una relación de disciplina laboral como “contrato de bajo rendimiento”, cuando en un mismo día, y habiendo de desplazarse, se echan tres horas de conserje, dos limpiando un edificio y otras tantas haciendo labores de jardinería.
El sindicato se organizará hoy para conservar el empleo, claro que sí; pero no hay que olvidar, que el objetivo de la clase trabajadora debe ser acabar con los parásitos que nos chupan la sangre y abolir de una vez por todas el trabajo asalariado. No podemos tolerar más una sociedad que se basa en la violencia y la ley del más fuerte. Frente a la opresión del sistema, todos los trabajadores somos iguales. La solidaridad y el apoyo mutuo son nuestras mejores armas. Sirva esta lucha como puesta a punto de ellas.