A primera hora de la mañana, al encuentro de la cabeza de la Maratón, tres grupos habíamos quedado para hacernos visibles en la ocasión sevillana de los 42.195 metros. El grupo en el que participé, el de Triana, partió hacia el punto de avituallamiento del kilómetro 35, situado sobre la Puerta de Jerez. Con esta acción, de algún modo, dimos comienzo al zafarrancho de sensibilización de las Marchas de la Dignidad en la localidad de Sevilla. De aquí al 15 de marzo, día que comienza la andadura de la columna de Andalucía, hemos de seguir recaudando fondos y animando a la participación en las marchas.
Después de la acción itinerante de visibilización en la Maratón de Sevilla, nos esperaba una concentración en la Alameda de Hércules, frente a la comisaría de la policía nacional, que habría de empezar a las 13:30. La acción estaba convocada por la Plataforma local de las Marchas de la Dignidad, en la que participan la Unión Local del SAT, la Federación Local de Sevilla de CGT, el Frente Cívico, CNT, Izquierda Anticapitalista, Marea Verde, la UJCE y diversas asambleas y colectivos del movimiento 15M.
Desde la CNT teníamos claro que debíamos participar en esta jornada de lucha contra la Ley de Seguridad Cuidadana y la represión. Y en este sentido, colaboramos en lo que pudimos. No obstante, salvando la presencia de la anarcosindical, a la cita acudieron muchas más activistas del movimiento 15M que sindicalistas. Pero la ley y la represión serán autoritariamente distribuidas por igual; de éso no nos cabe duda.
La concentración transcurrió con cánticos contra la autoridad, un minuto de silencio por las muertes en las aguas del estrecho y la lectura de un breve manifiesto:
«Desde los movimientos sociales de Sevilla que conformamos el 22M, os invitamos a seguir manifestando nuestra indignación contra la estafa bancaria y la corrupción política y por una Renta Básica, y que se hagan efectivos los derechos de la vivienda, el trabajo, los servicios públicos y la soberanía de los pueblos.
Somos mayoría en Sevilla quienes soportamos una crisis económica que se remonta a toda nuestra vida. Personas que a duras penas llegamos a fin de mes y que, para colmo de males, en los últimos años hemos visto recortada nuestra sanidad, nuestra educación y un sinfín más de bienes y servicios. Vemos como bajan nuestros salarios y se degradan las condiciones del trabajo, con reformas laborales que dificultan todavía más mantener un empleo.
Pero no todo es derrotismo y silencio. La clase trabajadora cobra conciencia y aparta el miedo a golpe de lucha y calle. Jóvenes sin futuro y sin miedo, masas indignadas, yayoflautas, mareas ciudadanas o sindicalistas combativos, han demostrado que sí se puede, y que el camino está en la lucha.
Movimientos en un gélido entorno social que hacen camino al andar. Pues si la economía pretende ahogarnos, la lucha nos mantendrá a flote. No tenemos miedo. La represión no nos disuade. Estamos lanzados. Vamos a por todas. Una multa o un ojo menos no nos callarán. Pues el que no entra a nadar, no se ahoga en el mar.
Es una vergüenza que recorten libertades fundamentales, criminalizando la protesta, mientras se suceden indultos, amnistías y favores entre capitalistas y políticos. La nueva Ley de Seguridad Ciudadana (LOSC) es la última pieza de la maquinaria jurídica endiablada (Reforma Penal y Ley de Tasas) que tenía prevista el Estado para reprimir al pueblo. Tarde les llega este invento represor, pues ya hemos aprendido a superar la indefensión y el miedo. La unidad y el compañerismo son nuestra fuerza y cura.
Las estudiantes valencianas masacradas a principios de 2.012 saldrán a la calle de nuevo con más ganas si cabe, Gamonal se reforzará con cada nuevo golpe, Alfon recordará siempre que no está solo y el 22 de marzo nos veremos en Madrid tomando las calles.
¡Contra la ley Mordaza y el Estado policial!
Secretaria de Acción Social de la CNT en Sevilla