La CNT de Sevilla entró en conflicto contra la empresa Ayesa (Aguas y Estructuras, S.A.) cuando ésta despidió a nuestro afiliado Fernando A. S.
Ayesa es un grupo de empresas perteneciente al señorito andaluz José Luis Manzanares Japón y su familia. Este sujeto y sus hijos tratan al grupo de empresas como si fuera su cortijo particular, repartiéndose los cargos y los pingües beneficios que se embolsan a costa de la explotación de los obreros.
La última hazaña de esta familia de ‘emprendedores’ fue comprar la empresa Sadiel para a continuación empezar a despedir a una buena parte de su plantilla.
Pero Ayesa, que presume de ser una de las primeras empresas tecnológicas de España, que se encuentra en plena expansión internacional, que se jacta de haber ingresado en 2011 más de 328 millones de euros, por lo visto quiere enriquecerse aún más racaneando la indemnización por despido a sus trabajadores.Así que desde hace casi un año está echando mano del llamado despido objetivo por causas económicas, para lograr de esta manera echar a los trabajadores con 20 días de salario por año trabajado.
En la CNT de Sevilla nos tomamos la pretensión de Ayesa de pasar por ser una empresa en apuros económicos como una auténtica tomadura de pelo. Por lo visto, José Luis Manzanares Japón quiere pagarle el quinto Mercedes a sus hijos a costa de rascar en la ya mísera indemnización que reciben los trabajadores de sus empresas.
Nosotros no hemos consentido que se burlen de nuestro compañero, y Ayesa tampoco ha querido arriesgarse a ir a más. Así que finalmente reconoció la improcedencia del despido y el asunto se arregló sin necesidad de ir a juicio. Pero este reconocimiento de improcedencia implica necesariamente que se reconozca que sus despidos por causas económicas no tienen ninguna razón de ser.
Animamos a los trabajadores de Ayesa y su grupo empresarial a que se organicen en CNT y le planten cara a la chulería de la empresa. Sólo la unión y la lucha obrera podrán parar, e incluso revertir, la avalancha de recortes, despidos y abusos patronales que la clase trabajadora está sufriendo desde hace años.