La manifestación del 15 de abril de 2012 ha sido el primer acto organizado por la incipiente plataforma sevillana adherida a la Red Autogestionada Anti-privatización de la Sanidad (RAAS).
La movilización de Sevilla ha contado con el apoyo de Red Roja , SAT, CGT, CNT, y asambleas y comisiones del 15M.
Hay que destacar la participación de activistas del movimiento 15M. Muchas de las personas allí presentes, tres meses antes, ya se habían mojado por defender la sanidad pública. Tampoco faltó la gente de Montequinto que está denunciando el disparatado plan de cierre de la Residencia de ancianos y grandes dependientes: cuando el dinero habla, el abuelo calla.
Respecto a la defensa de la sanidad, si bien en otras regiones llevan años de lucha cívica organizada, con plataformas como CAS-Madrid o Matusalén, aquí estamos apenas empezando a movernos. Nos queda mucho por hacer: la ciudadanía andaluza, incluyendo a la izquierda organizada, no es consciente de lo que nos están robando; y aunque en Andalucía el proceso de privatización no haya aún llegado a las cotas de barbarie de otras CCAA, de nada nos valdrá defender la conservación de los actuales niveles de calidad del Sistema Andaluz de Salud, mientras la sanidad pública española viva bajo el yugo del mismo Estado.
PSOE e IU prometen en su acuerdo de gobierno una Ley de Sostenibilidad Sanitaria. Tal vez la aplicación de dicha ley suponga algunas tímidas mejoras para el sistema sanitario; pero la cuestión no es esa: desde la Red Autogestionaria Antiprivatización de la Sanidad podemos estar totalmente de acuerdo en denunciar las malas intenciones de los ataques lanzados contra realidad de la sanidad pública que utilizan el asunto de la sostenibilidad como excusa para enredar.
Que el PP tiene interés en acelerar la privatización para su propio beneficio, no lo dudamos; pero lo que hay que hacer es no entrar al trapo de los intereses mercantiles (defendiendo la sostenibilidad y la eficiencia de la sanidad), sino denunciar las causas políticas del proceso privatizador que estamos sufriendo. Ya estamos hartos de esta farsa parlamentaria del poli malo y el poli bueno. Si no se deroga la ley que permite la privatización de la sanidad, o se le pone realmente algún obstáculo, no podremos ni empezar a parar esto. El PSOE ha tenido ocho años de legislatura en el Gobierno y no ha movido un dedo. Quizás, simplemente – por quién sabe qué compromisos y con qué poderes – no pueda.
Y nosotros, los desposeídos, qué podemos hacer entonces? Por lo menos no implicarnos en el feo trabajo de las instituciones que pretenden engañar a la ciudadanía, haciendo una vergonzosa campaña electoral, falta de la más mínima crítica constructiva, y para las mismas fuerzas políticas que, de buena gana, nada van a hacer de cara a impedir la privatización de la sanidad y el consiguiente e inevitable deterioro del Sistema Nacional de Salud.
Insisto, falto de todo aguijón crítico o sentido alguno de la responsabilidad, una iniciativa como la Plataforma por la Defensa del Estado del Bienestar sólo va a conseguir, y no dudo que con éxito, un incremento de la sumisión ante la realidad socioeconómica que se nos avecina, y, a lo mejor, alguno que otro voto.
Derogar la Ley 15/ 97 y recuperar lo que nos han robado será difícil. Pretender mantener este sistema económico: tarea físicamente imposible.
La CNT es un sindicato; la mejora de las condiciones laborales de cada persona que se afilie es uno de nuestros principales objetivos. Pero no olvidemos que el movimiento anarquista aspira a la revolución. De momento, los trabajadores y las trabajadoras, en estos tiempos que corren, queremos, como se suele decir, ver crecer a nuestros nietos sanos y fuertes.
SALUD